Luis Enrique ha pasado este martes por rueda de prensa en la previa del duelo contra el Mónaco. El técnico parisino no pasa precisamente por su mejor momento en el Parque de los Príncipes y su relación con los jugadores está señalada, especialmente la de Ousmané Dembélé. El asturiano ya ha tenido varios encontronazos con el atacante y ha vuelto a dejar claro que mantiene las distancias no sólo con el francés, sino con toda la plantilla.
"A Dembelé le veo como siempre. Le conozco muy bien desde hace años y siempre le he defendido como jugador. Es una persona muy agradable y ya está. A partir de ahí, quiero que Ousmané muestre la mejor versión de sí mismo, igual que con el resto de jugadores. Cuando tomo una decisión con un jugador, si considero que es necesario actuar así por el jugador y por el equipo, lo hago", señaló.
"Me gusta estar cerca de los jugadores, estar en contacto continuo, pero no puedo hacer eso con todos. Cuando un jugador realmente no quiere verme, trato de respetar su espacio y aceptar su posición, pero me gusta comunicarme con mis jugadores y que tengan esa libertad de decirme lo que es apropiado!", señaló el asturiano.
"Conozco mi trabajo, sé lo que tengo que hacer. Mis decisiones dependen de lo que hago. Podría estar equivocado, pero eso es lo que hago, engañarme con mis ideas y no con las de los demás", añadió.
Son varios los mensajes que ha dedicado el entrenador al jugador desde su llegada al PSG. El pasado 30 de septiembre, el asturiano le dejó fuera de la convocatoria para el partido europeo ante el Arsenal por un motivo disciplinario. Finalmente, Dembélé se disculpó con Luis Enrique horas después para volver a integrarse en la dinámica del equipo.
El jugador, en cualquier caso, no termina de sacar su mejor versión en París. Y hace apenas dos semanas, 'Lucho' le dejó en el banquillo y le volvió a mandar otro aviso: "Es un mensaje que me gusta transmitir. No cada día, pero sí cuando considero oportuno. No tengo quejas contra mis jugadores, pero quiero que todos mejoren, que se rebelen, que entrenen fuerte cuando no juegan o no calientan... Esa es mi obsesión como entrenador", añadió aquel día sobre la situación del francés.