Un halcón vela por la hierba de La Rosaleda

El césped de La Rosaleda sigue trayendo de cabeza a dirigentes, miembros del cuerpo técnico y jugadores del Málaga. La hierba de Martiricos no acaba de presentar el mejor aspecto y las calvas siguen ejerciendo su dictadura sobre el rectángulo de La Rosaleda. Los operarios del club están realizando nuevas labores de resiembra y recurren a una nueva herramienta para que las semillas agarren de una vez y el verde cubra el terreno de juego malaguista.
Un halcón acampa estos días en La Rosaleda. Su objetivo, evitar que las semillas se conviertan en el menú de las distintas especies animales que tienen acceso al césped de Martiricos.
La rapaz se ha convertido estos días en la mascota de la plantilla albiceleste. De hecho, varios de los futbolistas ya guardan entre sus pertenencias fotos con el imponente animal. De plumaje rojizo, el halcón de La Rosaleda es el último arma secreta del Málaga para que el césped recupere su mejor aspecto. En el vestuario hay hasta quien la ve como el nuevo talismán para el equipo. Si la hierba crece de manera uniforme y el equipo empieza a ganar partidos, igual convierte La Rosaleda en su residencia habitual.