no traga. Quiere un delantero.
En el otro lado está Kepa. El marbellí no acaba de convencer del todo a los rectores malaguistas. Su desplante hace un año no sentó nada bien en la cúpula blanquiazul, que tampoco las tiene todas consigo acerca del rendimiento que podría ofrecer Kepa después de no jugar casi nada en las últimas temporadas. Las limitaciones económicas y las pocas opciones que ofrece el mercado le mantienen en el candelero. Y el jugador está forzando para venir. Lo tenía hecho con el Córdoba, pero ha parado el acuerdo.
Pero el Málaga no sólo busca un delantero. También quiere un mediocentro y un banda derecha. En los últimos días han salido a la palestra los nombres de Marc Crosas (apuntado por Onda Cero), que es una opción que encanta en el club pero que es prácticamente inviable; Salva Sevilla (según informaba Canal Sur), al que el Salamanca no parece del todo dispuesto a dejar salir porque le considera un jugador importante; y Michu (avanzado por La Opinión de Málaga), centrocampista del Celta que ha estado a punto de recalar en el Sporting estos días y que también está siendo seguido por el club. En el caso de Salva Sevilla, el futbolista ha confesado al Málaga que está en condiciones de abandonar la entidad charra por un precio asequible. Sin embargo, los dirigentes salmantinos no ven para nada con buenos ojos la posibilidad de desprenderse del futbolista.
El Málaga no para de buscar y rastrear todas las opciones que ofrece el mercado. Aunque, por el momento, con una efectividad más que discutible. Abreu, Miku (ya golea con el Getafe) y Eliseu son ejemplos de la falta de eficacia que exhibe el club a la hora de cerrar las operaciones.