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(0-0) El Málaga se queda en la pista de despegue

Redacción local

 

    Málaga C.F. 00 00     Deportivo de la Coruña

 

 
Esta película ya la hemos visto. Cuando el Málaga se vio con uno más, se quedó a oscuras. Pero no se puede decir que no lo haya intentado. Lo que pasa es que enfrente se levantó la muralla deportivista. La pena es que era una oportunidad, o lo parecía, de pegarle un pellizco importante a la clasificación. No pudo ser porque los recursos del equipo son los que son. Los mismos, por cierto, que lo mantienen flotando por encima del descenso una semana más. 
El partido tuvo dos caras. Como partes. En la primera, el Málaga jugaba contra 11 e interpretó a la perfección su papel. Tocó, combinó y abrió espacios. Creó y terminó las jugadas. Se mantuvo en pie cuando era al Depor al que le tocaba soltar el brazo. En definitiva, un partido de tú a tú. Abierto, bonito, prometedor. Caicedo, al que Muñiz volvió a poner en punta del ataque, era un nervio persiguiendo su bautizo en La Rosaleda. Mtiliga, que estrenaba máscara y llevaba la confianza absoluta del entrenador a cuestas, dominaba con suficiencia la banda izquierda. El equipo, en definitiva, jugaba y disfrutaba. Atacaba y defendía. Lo pasaba mal, pero sobre todo buscaba su paraíso sin complejos. Entonces, en el fragor de la batalla, Pablo Álvarez se lió dentro del área malaguista. Se fue de dos y, emocionado, se dejó caer al sentirse de nuevo atrapado. Fue su segunda amarilla, porque la intensidad que hubo antes obligó a alguna que otra patada. Y el Málaga se agobió. 
Árbitro
Mateu Lahoz (Colegio Valenciano). Expulsó a Pablo Álvarez por doble amarilla y a Miguel Ángel Lotina. Amonestó a A. Tomás, Colotto, Benachour, Iván, Toribio y Caicedo.
Formaciones
Málaga C.F.: Munúa; Manolo, Iván, Stepanov, Mtiliga; Javi López (Obinna, min.46), Fernando, Toribio, Benachour (Baha, min.58), Duda; y Caicedo. 
Deportivo de la Coruña: Aranzubía; M. Pablo, Colotto, Lopo, Laure; A. Tomás, Juca; Juan Rodríguez, Adrián (Iván Pérez, min.61), P. Álvarez; y Bodipo (Riki, min.77).
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la vigesimoprimera jornada de Liga disputado en La Rosaleda ante unos 22.000 espectadores.

Es un signo interpretable éste. Que el equipo, con uno más, se cierra las persianas. Que, en superioridad, se siente incómodo. Que, ante la obligación de sentirse favorito, no encuentra el camino. Esa es la historia de la segunda parte, la otra cara del partido y del equipo. Tenaz, pero sin ideas. Sin un plan B al que agarrarse. Ya le pasó contra el Getafe, cuando Baha encontró oro en un balón colgado por Jesús Gámez. El dibujo de ahora era el mismo, balones a un lado y centros desde ahí a ver qué pasaba. Pero en esta ocasión no los ponía el fuengiroleño y Baha tampoco estuvo sobre el césped hasta el minuto 60. No es que los demás lo hiciesen mal, pero sí es verdad que no encontraron la hoja de ruta para acabar despegando.
El dominio fue prácticamente total. Tres contras del Deportivo fueron su único argumento. Pero el Málaga tampoco tenía muchos más. En uno de sus misiles cruzados, Duda remató al palo un centro de Fernando, pero el resto eran cañonazos desde fuera del área. Recursos a veces desesperados ante una muralla deportivista que se levantaba enorme para los delanteros albicelestes. Obinna jugó media parte, pero no tuvo espacios para correr ni recursos para crear. Tampoco estuvo acertado Duda. Ni Caicedo, que tiene una capacidad especial para crearse un hueco, pero se queda sin fuerza para rematar.

Lo que hizo el Málaga fue encadenar otro partido más sin perder en La Rosaleda y desfondarse intentando no empatarlo. Pero no pudo ser, sobre todo por la experiencia de un rival tácticamente superior. Y lo que consiguió es mantener una semana más un diagnóstico estable. Todo puede ser que alguien firmase estar en esta situación hace un par de meses.

 

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