No se desorganizaban nunca, con uno menos mantenían las posiciones. Intentábamos abrir el campo, sacar centros con dos rematadores en el área, pero estaban bien plantados. Ahora lo que debemos hacer es seguir mirando hacia delante e intentar mantener una línea de juego que nos da resultados", analizó el asturiano. ¿Faltó paciencia o quizás hacer algún cambio más? "Intentábamos no tener pérdidas y no ponernos por detrás en el marcador. Porque ahí sí serían muy peligrosos. Eso se hizo bien, se circuló el balón, pero se juntaron bien, se hicieron ayudas y tenían relativo peligro. Cada uno hizo su partido y el equipo lo leía según iba pasando. No nos dejaban penetrar y, por eso, tirábamos desde fuera. No hice un tercer cambio porque creía que el equipo se podía desorganizar y eso era algo que no quería bajo ningún concepto".