F.C. Barcelona | 02 | 10 | Málaga C.F. |
1-0, minuto 69. Pedro, de fuerte derechazo desde fuera del área.
1-1, minuto 81. Valdo marca tras tirar un pared perfecta con Obinna.
2-1, minuto 84. Messi, tras pase de Alves.
Después de eso, la lógica se apoderó del reloj. Los de Guardiola tocaban y tocaban. Con las llegadas de Maxwell y, sobre todo Alves, como afrodisiaco, los azulgrana se excitaban cada vez más con su estilo. Así llegó una de las más claras, con Messi rompiendo (literalmente) a Stepanov y Weligton llegando lanzado para evitar el gol. Ya sin el serbio sobre el campo, Juanito retrasó su posición y salió Edu Ramos. Con 17 años en el Camp Nou se llama la película. La avalancha en la primera parte fue total, pero el gol no llegó. Fue la casualidad que te hace creer en que la magia existe.
Manu Torres, amenzado por una tarjeta, casi se ganó la segunda y se quedó en el vestuario al descanso. Duda recordó su papel nacional de lateral y Valdo ofreció dos nuevos pulmones. Sin embargo, la historia no cambió. El Barcelona seguía martilleando. Ibrahimovic, toc-toc, y paraba Munúa. De nuevo Zlatan, con más insistencia, TOC-TOC, y salvó sobre la línea Weligton. Toc-toc-toc-toc... Pero la puerta se seguía sin abrir y entonces, quizás en su subconsciente, el Málaga creyó que era posible. Sacó la cabeza y protagonizó un par de llegadas con carácter. La respuesta fue demoledora y, cuando las fuerzas estaban más igualadas, Pedro sacó su fusil. Munúa, que hasta entonces iba para héroe, estiró el codo un poco tarde, pero no fue fallo suyo.
Y, aun así, ninguno de los equipos cambió el guión. El Barça siguió empujando y se olvidó de defender. Lo aprovecharon Obinna y Valdo, que tiraron una pared preciosa en el centro del campo ante la mirada de los centrales culés y el de León definió solo ante Valdés. La alegría desbordó a los malaguistas, pero no duró nada. De Xavi, Alves y Messi sacaron escuadra y cartabón se pusieron a dibujar el último gol del partido. Sonó como si el corazón del malaguismo se quebrase. Pero no. Era la lógica, rompiendo las puertas del Málaga. El templo en el que se cree en los milagros.