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(1-1) Otro espíritu, mismo resultado

Redacción local


 

    Athletic Club de Bilbao 1 1     Málaga C.F.

 

 
Se jugó de otra forma, pero el resultado fue el mismo. No así las sensaciones. Este Málaga está vivo y también está dispuesto a luchar por seguir así. En San Mamés se ha visto un equipo rebelde, agresivo, todo corazón. También hubo fallos. Como siempre. Pero es que por eso llevamos la eternidad sin ganar un partido...
Es lo que tiene, que las tendencias que se trabajan durante temporadas enteras no pueden cambiar por un partido. Por muy diferente que sea la alineación, el planteamiento o el espíritu. El Málaga que se vio ayer en San Mamés dio todo lo que tenía. También lo puso el entrenador, que sacó todo su arsenal para jugar al tiroteo, casi a la ruleta rusa, contra un Athletic que es el reflejo del conjunto blanquiazul en el lado opuesto de la clasificación. Suponemos que el partido le salió como esperaba por todo, menos por el resultado. Otro empate, otro punto, que no acaba con la agonía pero descubre en el equipo malaguista un corazón enorme. Al menos tan grande como el de un león. El problema es que se han visto almas más grandes encerradas en Segunda División. 
Árbitro
Rubinos Pérez (Colegio Madrileño). Amonestó a Benachour, Caicedo, Jesús Gámez, David López, Iván, Iturraspe, Munúa, Obinna y Valdo.
Formaciones
Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Castillo; Gurpegui, Iturraspe (De Marcos, min.77); Susaeta, Toquero, David López (Muniain, min.62); y Llorente (Etxeberría, min.81).  
Málaga C.F.: Munúa; Gámez, Stepanov, Iván, Mtiliga; Valdo, Apoño, Benachour (Toribio, min.81), Duda; Obinna (Juanito, min.90+) y Caicedo (Baha, min.74).
GOLes

1-0, minuto 4. Toquero.
1-1, minuto 19. Duda.

INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la 36ª jornada de Liga disputado en el San Mamés.

La sorpresa saltó desde una hora antes de comenzar el encuentro. Muñiz puso en el once inicial todo menos miedo. Apoño, Benachour, Valdo, Duda, Obinna y Caicedo. ¿Por qué no lo ha hecho antes? Pues porque el Málaga no puede permitirse jugarse el infarto semana tras semana. Y el partido fue así. Un caos en el que a veces, cuando los planetas se alineaban, el equipo podía funcionar como una bomba. El problema es que en la explosión se podía pillar los dedos. 
Descuidada como estaba la parte defensiva, el Málaga lo apostó todo por intentar cazar alguna arriba. Lo que pasa es que nunca se ha jugado así, faltaba la costumbre y en más de una ocasión se pudo ver a dos jugadores utilizando el mismo carril para correr. El Athletic a su vez hizo lo que se esperaba: balones arriba, toques bruscos y fútbol sin contemplaciones. No tardó en encontrar la fisura en el sistema malaguista y en un centro largo, Iván falló estrepitosamente y se dejó comer la tostada por Toquero. Era el minuto cuatro.
Pero si hubo algún mérito del Málaga esta tarde en Bilbao, fue su pundonor. Nunca se rindió, ni viéndose por detrás en el marcador en un escenario que asustaba y con un traje desconocido. Siguió peleando y encontró la recompensa en el ecuadror de la primera mitad. Llegó de una manera preciosa, con un gol olímpico de Duda que vino gracias al empuje malaguista, pues era el cuarto seguido. Su zurdazo hizo una parábola increíble que entró por la escuadra lejana de Iraizoz. Era vida y quedaba una vida por jugarse.
El fútbol no cambió. Tampoco lo hizo el resultado. El Athletic empujó muchísimo, pero el Málaga no se rindió ni renunció a jugar como se había propuesto. Golpeó tanto como los de Caparrós, pero con menos puntería. Sin embargo, tuvo más de un 'uy' en la garganta. Al final del partido, no se sabe con qué fuerzas, lo seguía intentando y sólo cuando se vio sin aire, Muñiz blindó su centro del campo. Perdió el Tenerife, el Valladolid, el Racing y el Xerez. El punto al final no era tan malo.

 

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