Sólo tiene ocurrir lo que pasó en la penúltima jornada de la primera vuelta, que el Málaga gane al Getafe y que no lo haga el Tenerife (bastaría con que empatara o perdiera) contra el Almería. Con eso sería suficiente para recibir al Real Madrid con los deberes hechos, tarde, pero hechos al fin y al cabo. Pero no es esa la única posibilidad, ya que si el equipo tinerfeño también gana, un hipotético triunfo del Valladolid contra el Racing también daría billete seguro otro año en Primera. Claro que para cumplir el objetivo con una jornada de antelación hay que ganar, y el equipo de Muñiz lleva nueve jornadas sin hacerlo.
Ese sería el mejor de los casos, porque combinaciones hay para todos los gustos. El Málaga podría acabar la jornada incluso en puestos de descenso, algo dramático viendo que el Madrid de Cristiano se jugará la Liga en el epílogo de Martiricos. Para que el conjunto blanquiazul no dependiera de sí mismo tendría que caer en Getafe y que ganaran Racing y Tenerife.
Los empates múltiples, aliados
Es cierto que el Málaga tiene tal vez el peor calendario de los equipos de abajo, pero hay un as que el equipo tiene bajo su manga: cualquier empate, con cualquiera de los rivales le vale, ya sea éste doble, triple o cuádruple. El Málaga nunca descendería en caso de una igualada final a puntos con el Racing, el Tenerife o el Valladolid.