Definitivamente, la prometedora carrera de Jordi Pablo parece estar gafada. Tras realizar una notable pretemporada a las órdenes de Jesualdo Ferreira, esta semana se había confirmado su cesión al Cartagena, adonde había llegado para, a su 20 años, continuar con su progresión. Pero en uno de sus primeros partidos con su nueva camiseta, la desgracia de nuevo, como le sucedió la pasada temporada en Málaga. Entonces cayó lesionado por seis meses. Ahora se repite la historia. Una brutal entrada de un jugador del Lorca cuando Jordi Pablo se escapaba con el balón conducido propició que se rompiera el maleolo del tobillo izquierdo, la tibia a la altura de la articulación. Una lesión traicionera que, según los primeros diagnósticos, requerirá cirugía y obligará al extremo castellonense a estar entre cinco y seis meses de baja. Una desgracia.
