Como sucediese hace un año, el Málaga cuida estos días las continuas resiembras que realiza en el césped de La Rosaleda con una imponente rapaz. Su misión consiste en espantar palomas, gaviotas y otros pájaros que a diario acuden a la hierba de Martiricos para hacer de las suyas y comerse el grano recién plantado. Desde el pasado viernes y hasta mañana martes, 'Harris' (así es como se llama el águila) custodiará el verde de La Rosaleda. Luego, Harris regresará al aeropuerto de Málaga o al de Jerez de la Frontera, donde sobrevuela las pistas de aterrizaje
para ahuyentar a otros pájaros más pequeños e impedirles que se topen con las turbinas o hélices de los aviones.
Federico Llopis es el dueño y supervisor del trabajo del águila, que sobrevuela además de la hierba las gradas de La Rosaleda para espantar a todo tipo de aves que amenacen el buen estado del césped. Si La Rosaleda sigue luciendo alformbra será, en parte, gracias a la labor de Harris.
