siguió esta pesadilla de color rojo. Esta vez fue Juanma Ortiz el que exageró y se tiró echándose las manos a la cara de forma vergonzante. Clos Gómez sacó fulminantemente la roja y mandó a la ducha a Eliseu, de nuevo, en el minuto 40. Otros 50 minutos en inferioridad numérica. El malaguista se marchó, cómo no, indignado: "Ha sido una jugada normal, todo el mundo vio lo que pasó. Sólo intentaba soltarme. Ni patada ni nada. Le toqué el brazo. No tengo nada que contestar. Eso en la vida es tarjeta roja, pero no iba a discutir. Era una jugada normal que no era ni tarjeta. No creo nada. Era una jugada normal y tampoco le toqué, lo mismo que la semana pasada", explicó tras el choque.
Eliseu, esta vez, no ha conversado con el trencilla: "No he hablado con el árbitro. Las imágenes hablarán por sí solas. Quiero pedir perdón a mis compañeros y a la afición. El Almería estaba enchufado y nosotros estábamos sufriendo".
El otro protagonista de la acción, Juanma Ortiz, ofreció una versión muy diferente de los hechos: "No nos podemos permitir el irnos en un partido como hoy con un empate. ¿Eliseu? Intenta agredirme. No llega a darme del todo, me roza. Intenta agredir y el árbitro es quien decide si ha sido agresión. Yo vi amarilla. Él no va a decir que intentó agredirme. Esos gestos no se pueden hacer en un campo de fútbol porque si me pilla la cara, me la destroza". Ortiz reconoce que no le dio en la cara. Habría que preguntarle entonces por qué se retorció en el suelo con las dos manos puestas en la cara. Igual se hizo daño con el aire...