Cuando Ignacio Camacho llegó al Málaga todo era bien distinto. Fue uno de los remiendos de Antonio Fernández en el pasado mercado invernal, y su primera misión con el conjunto blanquiazul era salvar al equipo. Ahora, con el objetivo cumplido y la llegada de los nuevos fichajes, entiende que la decisión de venir fue acertada. "Vine para un proyecto importante como éste", confiesa un Camacho que tiene claro que "va a ser muy duro ganarse un puesto en este equipo". El centrocampista sabe que se está generando mucha ilusión, pero "la afición merecía ya un año así, sobre todo después de los últimos finales de temporada".
El maño ha pasado de pelear el puesto con Sandro Silva, a hacerlo con Toulalan, prueba del nivel que ha alcanzado la plantilla. Sabe que lo tiene complicado, pero no se rinde. "Se puede aprender mucho de él. Habra que luchar mucho por un puesto. Destacaría su profesionalidad y su posicionamiento", explicó. De momento, la pretemporada está siendo muy exigente, aunque Camacho defiende el trabajo que están realizando y apuesta por una victoria ante el Barcelona en el debut liguero. "Llegaremos en buena forma. Este año podemos ganarle a cualquiera".
