A miles de kilómetros, en Colombia, donde juega el Mundial sub 20 representando a España, Isco es protagonista involuntario de una guerra entre Málaga y Valencia que en los últimos días ha tenido episodios cruentos. El club che denunció al blanquiazul a la LFP por el impago de la cláusula de la rescisión (según el Málaga, se avisó de un retraso) para el fichaje de la joven perla del Arroyo de la Miel. En Manizales, Isco habló para Marca de la situación que atraviesa e intenta quitarle trascendencia. "No me afecta. No sé bien lo que pasa porque estoy concentrado en el Mundial. Que lo arreglen los clubes. Cuanto antes lo arreglen mejor, pero insisto en que no me afecta. Creo que será cuestión de días", declaró el malagueño, que en el partido de octavos de final ante Corea del Sur fue suplente y salió en la segunda mitad. Metió uno de los penaltis en la tanda decisiva. A la 1:00 de la madrugada (hora española) del domingo al lunes, llega Brasil.
Isco recalcó también por qué se decidió a cambiar Valencia, tierra de adopción, por Málaga, tierra de origen: "Cuando un equipo como el Málaga apuesta por un jugador tan joven y de esa manera, no me lo pensé mucho. Pero es difícil dejar un sitio que ha sido como mi casa".
