La paliza (4-0) al Peñarol pone broche a una pretemporada casi inmaculada. Ocho victorias, con 25 goles a favor (casi tres por partido), y una sola derrota, que escoció, en la final del Carranza. Por ser ante un Segunda B como el Cádiz y por no traerse a Málaga el Trofeo de los Trofeos. Lo recordó Pellegrini tras ganar a los uruguayos. "Sin intensidad no vamos a ningún lado, recibimos una llamada de atención en Cádiz", dijo El Ingeniero.
El malaguismo espera al Barcelona ansioso el próximo domingo, si no hay huelga, claro. La Rosaleda reventará para recibir al mejor equipo del mundo. Sueña con jugarle de tú a tú a la máquina azulgrana... y ganarle.