Un año con Pellegrini
Hace justo hoy un año, Manuel Pellegrini era presentado como flamante nuevo entrenador del Málaga. El equipo acumulaba sólo siete puntos y se desangraba en la clasificación después de una inversión de unos veinte millones de euros dilapidada por Jesualdo Ferreira. La plantilla ofrecía carencias y había perdido el rumbo. Aquel día, Pellegrini se hizo cargo de un proyecto al que debía salvar en primera instancia y luego disparar hacia la nobleza futbolística. "Hay mucha ilusión de hacer un proyecto importante. Tenemos la
responsabilidad de hacer crecer al Málaga". Esta fue la carta de presentación del Ingeniero. A día de hoy, se está iniciando esa segunda etapa después de una segunda parte de la temporada 2010-11 demasiado difícil. "Mi balance de este primer año es muy positivo. Sigo pensado que venir a Málaga fue una de las buenas decisiones que he tomado en mi vida", afirmó ayer.
Los números de Pellegrini han vivido etapas buenas, menos buenas y muy negativas. Muestran equilibrio. Sumando Liga y Copa, el técnico ha sumado el mismo número de victorias y derrotas, 17, y ha cosechado siete empates. Estadísticas que evidencian que el camino atravesado hasta ahora no ha sido muy cómodo. Especialmente en sus primeros meses, al chileno le costó enderezar el rumbo. La eclosión de Baptista en primavera fue clave para el resurgir blanquiazul. Maresca, La Bestia, Demichelis, Caballero, Camacho y Asenjo (apenas jugó) llegaron en invierno para tratar de paliar el desaguisado que dejó como herencia Ferreira. A Pellegrini le costó arrancar y el equipo se pasó casi veinte jornadas en puestos de descenso bajo su mando. Pero, impulsados por Baptista, la maquinaria arrancó a tiempo.
Este verano, Pellegrini ha tenido tiempo de sobra para preparar su plantilla con Antonio Fernández y diseñar el asalto a Europa, objetivo obligadísimo para un proyecto de 120 millones de euros de presupuesto. Cerca de 60 millones en nueve fichajes. Y alguno más caerá en enero. De momento, mostrando una gran irregularidad y sin alcanzar el nivel futbolístico deseado, el Málaga se ha instalado en la parte alta y ocupa el último puesto europeo. Pero el equipo aún no ha mostrado gran parte del fútbol que se le supone.
El de Pellegrini y el Málaga es el proyecto de la ilusión. Un año y muchos millones después, Málaga es más feliz y anda mucho más ilusionada. Pero aún hay muchas expectativas que colmar. El Ingeniero tiene contrato hasta 2015 y tiempo de sobra por delante para cumplir lo esperado y hacer del Málaga un equipo grande.