El Málaga de las estrellas, con jugadores de una capacidad de desiquilibrio tremenda, está atascado. Sin La Bestia, el gol se reduce a la mínima expresión. Hay insatisfacción interna por la falta de gol. Fuera de casa, es algo preocupante. Lleva cuatro partidos consecutivos sin conseguir marcar a domicilio. Eso sólo ha pasado en dos ocasiones más (2010-11 y 2002-03). Quitando el tanto de falta de Cazorla al Sevilla y la falta que él mismo ejecutó en Mallorca y fue autogol, nunca más ha 'mojado'. En Zaragoza comenzó la sequía y se prolongó en el Villamarín, pasando por los desastres ante Levante y Rayo.
El problema no es que marque pocos goles fuera de Martiricos. Es que encima genera pocas ocasiones. Porque hasta ayer, se pasó 145 minutos sin chutar entre los tres palos. Y ayer tampoco es que lo hiciera con mucha fe. Una asignatura más para un Málaga que está lejos de lo que se espera.