Durante el partido de hoy contra el Valladolid han sido muchas las zonas del campo que han terminado levantadas y en un estado que no se veía en Martiricos desde hacía meses o incluso años. Miembros del banquillo del Málaga incluso se incorporaban al campo para poner en su lugar ‘filetes’ de césped que se iban levantando. Ha condicionado el juego, sin duda.
Tras el partido, los jugadores y el entrenador se han quejado amargamente. “Desgraciadamente, la cancha se ha deteriorado mucho y estamos preocupados”, dijo Pellegrini. Joaquín fue más allá al afirmar que “el césped está muy mal, no está para el fútbol que nosotros hacemos”. Incluso confesó que le perjudicó a la hora de tirar el penalti, aunque no quiso excusarse.
También se quejó Weli, uno de los capitanes: "El terreno de juego se nota, teníamos un campo espectacular y se va notando cómo se va poniendo malo. Espero que La Rosaleda pueda arreglar esto y tengamos un campo en perfectas condiciones".