Rondón tiene previsto acudir al entrenamiento del equipo blanquiazul durante la semana y saludar a sus excompañeros.
Hoy, por lo pronto, se dejó ver por la pizzería Frascati y se fotografió con el masajista del Málaga, Marcelino Torrontegui. Las cosas le van al bien al delantero en el Rubin Kazan y ya suma ocho goles entre Liga y Europa League. Su traspaso dejó en las arcas del club diez millones, aunque uno fue para su anterior equipo, Las Palmas.
Rondón es sólo un ejemplo más de la añoranza que sienten todos los jugadores al dejar Málaga. Sin ir más lejos, su compañero de demarcación el año pasado, Ruud van Nistelrooy, ha establecido aquí su residencia. Y no es, ni mucho menos, el único.