El precio, en concreto, es de 35 euros por localidad, cuando en la ida, en La Rosaleda, el precio fue de 30 euros. La subida tiene explicación.
Entre los clubes andaluces, además, hay un acuerdo por el cual se estipula un precio fijo tanto para los partidos de ida como de vuelta, para así facilitar la asistencia de los aficionados de cada equipo andaluz.
Pero en el caso del Betis es distinto. El club verdiblanco asegura que no puede acogerse a dichos convenios entre clubes andaluces porque su situación económica no lo permite y porque la Ley Concursal lo impide, de ahí que los precios no se correspondan a los de La Rosaleda.