Ha sido un tiempo necesario para ver a un Pellegrini inusual, risueño y bromista con varios jugadores. Primero con el francés Toulalan, luego con Lugano y otro grupo de futbolistas (en la foto), para terminar sonriendo con Baptista y Eliseu, que se entrenaban aparte.
Su sonrisa, sin duda, es motivo de tranquilidad para el malaguismo. En este tiempo, Pellegrini se ha erigido como el líder del proyecto a todos los niveles. Por eso, cualquier palabra o cualquier gesto merece ser comentado, más aún cuando el miércoles que viene el equipo se juega gran parte de la temporada contra el Oporto. En tiempos inciertos, nada mejor que una sesión de risoterapia.