El propio jugador y su agente, Joaquim Ribeiro, entendían que las condiciones salariales negociadas entonces no eran acordes a la revalorización que el portugués había experimentado en la segunda vuelta del campeonato, lo que había llamado la atención de equipos como el Borussia Dortmund, el Betis y, recientemente, del mismísimo Mourinho, entrenador del Chelsea.
Por eso, el Málaga, que ya ejecutó la cláusula de 1,25 millones de euros para hacerse con su propiedad hasta 2017, dio la pasada semana el paso de incrementarle el salario (estaba apalabrado) para colocarlo en el mismo nivel que el reciente fichaje Flavio Ferreira o que Pedro Morales. Curiosamente, estos tres futbolistas son hasta ahora las únicas incorporaciones hechas oficiales hasta hoy, habiendo cristalizado todas antes de la presentación de Bernd Schuster.