Pawlowski, ¿el verdadero “fenómeno”?
La divertidísima comedia de José María Elorrieta narra las desventuras de un catedrático de filosofía germano, Fernán Gómez, al que confunden en Barajas con una estrella del fútbol ruso, Paulovsky, haciéndolo jugar al máximo nivel sin haber visto un balón en su vida y protagonizando escenas desternillantes. Este Pawloswi, si no nos han dado el pego en el aeropuerto, es un mediapunta técnico, con buen manejo de ambas piernas, y que de filosofía germana nada de nada…
Bromas a un lado, el primer futbolista de Polonia que jugará en Martiricos era hasta ayer un desconocido. Sin embargo, a él el nombre del Málaga le atraía desde hacía varios meses cuando supo del interés del club blanquiazul en ficharlo. El asunto se enfrió, y Pawlowski vio como su ilusión por jugar en España se diluía, quedando el FK Sevastopol y el Legia Varsovia como únicas ofertas para salir de su club, el Widzew Lodz, que no podía hacerse cargo de él al prohibirle el Comité Polaco tener en su plantilla sueldos superiores a 1.200 euros al mes debido a sus problemas financieros. El joven, de solo 20 años, había llegado al Widzew hacía seis meses en una cesión de su anterior club, el Jagiellonia Bialystok, con una opción de compra ejecutada posteriormente de tan solo… ¡50.000 euros!. Su rendimiento fue espectacular, con cuatro goles en 16 partidos y un buen puñado de asistencias. Pero la maltrecha situación económica del Widzew, que tenía prohibido emplearlo, fue un puente de plata hacia Málaga.
Bartek (diminitivo de Barlomiej y como le conocen sus amigos), se despidió del Widzew Lodz el pasado viernes, en la segunda jornada de la Ekstraklasa, la liga local de Polonia, asistiendo en el primer gol del triunfo de su equipo ante el Zawisza Bydgoszcz (2-1). Pawlowski es una promesa de Polonia, país que causó furor en Osasuna en los 90 con fichajes de jugadores como Urban, Kosecky, Staniek o Trzeciak; que ha exportado recientemente futbolistas de máximo nivel al mercado europeo (el ejemplo más famoso es el de Robert Lewandowski), y que tiene actualmente presencia en clubes españoles con Perquis o Wojcik. Será la trigésimo cuarta nacionalidad empleada en el Málaga en toda su historia.
El nuevo fichaje del blanquiazul destaca por su rapidez, es creativo e inteligente en el juego, preciso en el pase en corto y en largo, con gran técnica. Puede jugar por el centro, con proyección y gol, y en los dos costados, manejando bien ambas piernas. En sus aspectos a mejorar se le recrimina poca solidaridad defensiva y, a veces, individualismo, aunque también tiene capacidad asociativa. Se trata de un jugador alegre, trabajador, ambicioso y disciplinado. Su intención es la de jugar mucho y progresar, por eso considera al Málaga como un club perfecto.
La historia de Pawlowski en el fútbol no fue fácil. Se inició en las filas del LKS Lodz y no tuvo continuidad en su posterior club, el Jagiellonia Bialystok, donde contaba con el beneplácito de los entrenadores, pero no con el de los propietarios, que lo cedieron en varias ocasiones y que incluso hicieron plantearse al polaco dejar el fútbol. Sin embargo, en el Widzew encontró estabilidad, continuidad y brilló como nunca, llamando la atención de los ojeadores del Málaga. Antes ya había sido internacional Sub 19 y Sub 21.
Ahora llega al equipo de Martiricos dentro de la línea del club de apostar por jóvenes jugadores casi desconocidos que puedan proyectarse en el Málaga (casos también de Flávio o Bobley Anderson). Si Pawlowski logra adaptarse a la Liga española, con un clima diametralmente opuesto al de la Ekstraklasa, y a los ideales de Schuster podríamos estar ante una de las revelaciones de la temporada que entra. El Málaga busca en él el desborde, la ruptura de las defensas y la calidad que menguó con salidas tan significativas como las de Joaquín o Isco. Seguro que lo hará mejor que el célebre y a la vez fraudulento Paulovsky, aquel simpático personaje de “El Fenómeno”, cuyos méritos más brillantes en la hilarante película fueron un gol con el trasero y otro con la nariz…
Nota: Daniel Kawczynski (@dkawczynski), coautor de este artículo, es redactor del 'Ole Magazyn', revista polaca sobre fútbol español.