El resultado fue excepcional en el fondo y en la forma, salvo algún problema puntual de cobertura en una respuesta. Husillos atendió desde un hotel y su imagen se proyectó en una pantalla en la sala de prensa de Martiricos. El argentino recibía la señal desde Málaga por ordenador y el audio a través de unos auriculares. Allí eran las 8:00 de la mañana, cinco horas menos que en España. Paralelamente, el club emitió la comparecencia en directo a través de su canal de Youtube.
Por cierto que, cuestionado por su estancia en Argentina, Husillos contestó: “No estoy aquí para vender jugadores, sino para ver fútbol y seguir a jugadores de muchos ligas. Aquí tenemos a gente trabajando para el club, y en Uruguay también. Estoy teniendo reuniones, viendo precios, circunstancias, y pensando ya en los siguientes mercados. Es bueno viajar hasta para descartar, no solo para comprar”.