Es Noticia

La cicatriz de Dortmund cumple dos años

Redacción local

Aunque el aniversario real llegará cuando pasen las 22:30 de este jueves, el 9 de abril tiene lugar la efeméride del suceso que más ha marcado al malaguismo en la era reciente. El 9 de abril fue el día que el Málaga alcanzó su cénit como club y equipo. Ese día de 2013 once tipos de blanquiazul rozaron la gloria en un majestuoso estadio que había permanecido callado durante muchos minutos a pesar de albergar a la afición más caliente de Europa. El 9 de abril de 2013, un entrenador de nacionalidad chilena y formación ingeniera y un grupo de hombres castigado por los vaivenes de un proyecto que nació para triunfar en el continente llevaron al Málaga al mayor éxito de su historia. Esa noche, el conjunto blanquiazul se quedó a las puertas de meterse en las semifinales de la Champions League. La culpa de que no pelearan por un puesto en la final la tiene principalmente una nefasta actuación de un árbitro de infausto recuerdo y también la mala gestión de los últimos minutos ante el empuje rival. El Málaga calló a Dortmund, pero el Dortmund fue quien pasó de ronda. Dos años ya de la noche más amarga y una cicatriz que aún duele.

La fecha del 9 de abril de 2013 está grabada a fuego en la historia del Málaga. Pese al resultado adverso, aquella noche se honró como pocas veces el escudo blanquiazul. La ida deparó un 0-0 en La Rosaleda. Un partido trabajadísimo en el que Willy Caballero sostuvo a un Málaga que no estuvo lejos de hacer botín frente a los del peculiar Jurgen Klopp. El llamado 'Muro Amarillo' del Signal Iduna Park enmudeció cuando un artista de El Puerto de Santamaría de nombre Joaquín sacó un zurdazo imprecedible hasta para los compañeros. Empató Lewandowski tras un contragolpe inapelable, pero el 1-1 daba el pase al Málaga.
Al éxtasis se alcanzó con el gol de Eliseu. El luso empujaba a la red un contragolpe de manual que tejieron Joaquín, Isco y Baptista. Ciertamente lo hacía en fuera de juego, aunque complejo de ver y nada visible comparado al del último gol alemán. A partir del 90, un desesperado Dortmund se dedicó a tirar centros al área de Willy, impenetrable toda la eliminatoria. Reus puso el 2-2 y Santana dio el golpe definitivo tras una jugada en la que había cuatro jugadores del Dortmund en fuera de juego.
Craig Thompson y su negligente arbitraje, pues antes había perdonado dos expulsiones a los germanos y permitido su juego sucio, evitaron la gesta. También hubo falta de picardía en los últimos minutos. El caso es que el malaguismo se hizo una herida en Dortmund que mejora pero nunca se cerrará. La gloria sigue esperando.

Escribir comentario 1 comentario
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. malako

    Volver a ver el resumen de este partido es solo para masoquistas, al menos entero. Me conformo con ver los goles de mi Malaga que casi nos llevan a la gloria. Volveremos!!