Espinho fue uno de los goleadores del Costa del Sol. El luso, uno de los fichajes veraniegos del Málaga, prefiere jugar en el centro del ataque blanquiazul, pese a que contra el Lekhwiya desplegó su fútbol fundamentalmente por el costado derecho. Su nombre se baraja como posibilidad para formar la medular ante el Sevilla ante las bajas de Recio (sanción) y Camacho (lesión).
"Estoy acostumbrado a jugar de mediapunta y, aunque en el partido estuve por la derecha, el entrenador me pidió que jugara también por dentro. Me siento bien porque los dos últimos años he jugado por el centro del campo. El míster me ha dado libertad y me siento bien. Me gusta hacer jugar al equipo", dijo Espinho en rueda de prensa.
Sobre su estreno en La Rosaleda, el luso reconoció que le pesaban las piernas por la disputa del amistoso anterior contra el Al Wasl. "Un día antes jugué 90 minutos y todo salió bien. Después, en La Rosaleda, un poco más cansado, estaba igualmente motivado y felizmente todo fue bien. La tuve y ahí no puedes perdonar", afirmó Espinho, que se quejó del calor: "La temperatura es muy caliente. Estoy acostumbrado a jugar con temperaturas más fresquitas y aquí es un poco alta".
El Sevilla es el primer rival liguero y Espinho no se perderá la Supercopa de Europa contra el Barça, precisamente el segundo adversario de Liga. "Jugamos contra ellos los dos primeros partidos. No creo que vayan a cambiar mucho, vendrán muy parecidos. Hay que ver cómo juegan y preparar bien ese partido", apuntó.