Marruecos es un país con arraigo en el Málaga. Lo fue desde que Abdallah Ben Barek marcara un antes y un después como jugador y después como entrenador. Luego llegó Hassan a finales de los años 80. Y más tarde Baha y El Hamdaoui, estos dos últimos de nacionalidad francesa y holandesa, respectivamente. Pero con un profundo sentido de pertenencia marroquí, como le ocurre a los tres jugadores que actualmente tiene el primer equipo del Málaga: Amrabat, Mastour y Tighadouini.
Los tres forman el tridente del Atlas, la colonia de marroquíes del primer equipo, porque en las divisiones inferiores también han llegado varios futbolistas del país africano. Y con Ben Barek como consejero consultivo. Total, que Marruecos ha cogido bastante más peso del que ya tenía en el club. Y eso que, como decíamos, ni Amrabat, ni Mastour ni Tighadouini nacieron allí, aunque sus padres sí. El primero y el tercero son de Holanda y el joven Mastour de Italia. Aunque los tres juegan con Marruecos cuando se les requiere.
Solo existe un caso de tres marroquíes en un club en la historia de La Liga, fue en el Deportivo de La Coruña en las temporadas 1997-99 donde coincidieron los marroquíes Naybet, Bassir y Hadji.