El Málaga comunicó al término del partido ante el Éibar que cambiará el césped de La Rosaleda tras el mal estado que ha presentado en las dos primeras jornadas de Liga. Así lo decidió firmemente la entidad blanquiazul. La remodelación del mismo aún no tiene fecha concreta, pero ya se negocia con empresas que puedan acometer el cambio en el menor tiempo posible.
Y es que hay que recordar que el Málaga debe jugar de nuevo en La Rosaleda dentro de diez días, el miércoles 23 de septiembre ante el Villarreal (22:00 horas), por lo que deberá cambiarse antes y en un tiempo relativamente rápido, o esperar a otro parón. Se estudian todas las opciones, aunque el club tuiteó: "El Málaga CF tenía decidido cambiar el césped de La Rosaleda. Tras el partido de hoy ejecutará la obra con carácter inmediato".
El mal estado del césped de Martiricos fue notorio durante el partido ante el Éibar y condicionó sobremanera el juego de ambos equipos lastrando cualquier combinación y condicionando a la hora de sacar la pelota jugada, eso propició mucho estilo directo y el lógico aburrimiento del espectador. Aunque la apariencia en principio era buena, como adelantó Gracia en la previa, después se levantó todo el campo, las dos bandas, y la de Tribuna especialmente.