Camacho, 'annus horribilis' desde el debut con España

Un 15 de noviembre Ignacio Camacho se quedó con las ganas de debutar con España en el show de Isco ante Bielorrusia, pero el estreno le llegó tres días después, el 18 en Vigo ante Alemania. Era el premio a un trabajo fantástico con el Málaga que se extendería hasta final de 2014, que cerró con gol ante el Elche. Pero a partir de ahí todo se torció y comenzó un 2015 horrible para el centrocampista maño.

Figura absoluta en ese Málaga de Gracia que por estas fechas no paraba de acumular elogios y se situaba en la zona noble de Primera, a Camacho le llegó la convocatoria el 7 de noviembre de 2014. Pero llegado el parón invernal el futbolista, que venía forzando la máquina meses, decidió frenar para recuperarse. Así que ya empezó 2015 torcido, sin poder jugar ante el Almería en el partido del 3 de enero de este año.
Momentos muy duros para él y para el Málaga, que tenía muchas bajas y además contemplaba el adiós de Santa Cruz. Así las cosas, los números con y sin Camacho hablaban por sí solos. Esto publicaba esta web: "El Málaga echa de menos a Camacho": "En lo que va de 2015, el Málaga ha jugado seis partidos, tres de Liga BBVA y tres de Copa. Únicamente ha ganado uno, al Levante en la ida de octavos de Copa en casa (2-0). El resto, tres derrotas y dos empates. Las derrotas las sufrió ante Almería (1-2), Levante (3-2) y Sevilla (2-0). Los dos empates los logró ante Villarreal (1-1) y en el último choque ante el Athletic en La Rosaleda (0-0)".
Forzó para estar en algunas citas el voluntarioso Camacho, que además no quería perder el tren de la selección ahora que se había subido. Sin embargo, pasó lo que tenía que pasar. El centrocampista se fue a Munich para pasar por el quirófano. Aunque parecía que esa medida sería ya la definitiva. Fue en marzo y regresó en mayo para jugar ante Elche, Villarreal y Sevilla, este último el 23 de ese mes.
Muchos imaginaban que podía ser su último partido con la camiseta del Málaga, porque ante las necesidades económicas su venta parecía irremediable. Aunque sorprendía que el director deportivo, Mario Husillos, abriese una puerta a su continuidad. Nadie le creía entonces, pero es que tampoco su estado físico invitaba a pensar en otra cosa. Ahora lo sabemos.
No todo ha sido malo para Camacho en este 2015, ya que en junio contrajo matrimonio. Poco después tuvo que volver a operarse, perdiéndose así la pretemporada y el comienzo de curso. Como siempre, con optimismo se aguardaba a que al menos llegase al principio de temporada. Pero ya se sabe que no fue así.
Pasaban las jornadas y no llegaba su ansiada vuelta a los terrenos de juego. En esta web se hizo un reportaje de nuevo sobre la 'Camachodependencia' y los números hablaron por sí solos. Esto se publicaba hace poco más de un mes: "El cuadro de Javi Gracia lograba ganar el 60 por ciento de los puntos en disputa. Desde su primera operación, el Málaga ha jugado 15 partidos (seis de la pasada campaña, siete de la actual) y el balance es de dos triunfos, seis empates y siete derrotas. En total, 12 puntos de 45. El porcentaje de puntos ganados es, por tanto, de 26,6 por ciento".
El resto está reciente. Ante las bajas de Tissone y Recio, Camacho se puso en mono de faena y jugó los 90 minutos ante el Valencia. Eso le costó una recaída, siendo baja ante el Depor y reapareciendo ante el Sporting de Gijón. En El Molinón, a los 23 minutos se rompió de nuevo. Tras realizarle las pertinentes pruebas, se determinó que tenía una lesión de isquios que le tendrá fuera, casi seguro, hasta 2016.
Así ha ido el año de Camacho desde que le llegó la bendita llamada de Vicente del Bosque. Un annus horribilis para él, que por más que se ha esforzado, no ha podido volver a ser el que era. Ojalá ya haya pasado lo peor. El Málaga le necesita.