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Michael Santos, más sangre charrúa para el gol

J.M. Rebollo (@jm_rebollo)

Michael Santos, alias "el Pelo" Santos (13/3/1993) tiene bastante opciones de unirse al Málaga al finalizar la presente temporada. A la pregunta de qué cabría esperar de un jugador de su perfil, lo cierto es que los aficionados malaguistas pueden ilusionarse un poco, pues el delantero aúna un buen presente y un prometedor futuro.

Nacido en Montevideo, aunque criado en Pando (Canelones), la cercanía con la capital le ayudó a la hora de dar el salto en su joven carrera a un equipo importante a nivel nacional. El River Plate de Ururguay lo recluta para sus categorías inferiores, siendo hasta recogepelotas, hasta que debuta con el primer equipo a sus 17 años. Pero el éxito no le vino de la noche a la mañana, es una constante durante su carrera. Le costó más de un año volver a tener una oportunidad que esta vez no dejó pasar: su primer gol ante Fénix en las postrimerías del encuentro a los siete minutos de entrar. Era 2012 y empezaba una preciosa relación con el gol.

Algunos podrían considerar que tuvo un lento progresar, pues la siguiente temporada sólo anotó otro gol y pagó su inexperiencia e ímpetu, por ejemplo viendo dos amarillas en un margen de cinco minutos ante Racing. La 2013/14 le valió como trampolín con siete goles pero el salto llegó la pasada campaña: 21 goles en Liga más tres en la Copa Sudamericana. El charrúa los metió de casi todas las formas y colores. Domina la diestra en muchas situaciones pero cuando las circunstancias le han empujado a usar la zurda, lo ha hecho con soltura. No responde al perfil de delantero contundente, más bien al de goleador vivo en el área pequeña, con capacidad de sacrificio. Su gran temporada le dejó con la miel en los labios, pues no fue pichichi por dos goles y su equipo no se alzó con el Clausura por sólo dos puntos. Mucha culpa tuvo el encuentro ante Danubio, frente a Ricca, un rival que ahora será compañero; una derrota en la que Santos sumó un gol pero también una tarjeta roja en el descuento.
Con Ricca comparte uno de los dos éxitos de su carrera, pues se colgó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos del pasado verano. Su único gol tuvo especial trascendencia, certificando una remontada con diezante Brasil en semifinales. Tanto él como Ricca fueron incluidos en el once del torneo. Esta destacada actuación le valió para debutar con la absoluta, aunque fuera de manera testimonial: 28 minutos en un amistoso ante Costa Rica y cuatro minutos ante Ecuador en la eliminatoria camino al Mundial 2018.

El segundo punto destacado de su carrera apenas tiene un par de días: como capitán de su equipo, cerró el apertura con seis goles y afrontaba la previa para clasificar a la Copa Libertadores por primera vez en su historia. Su gol de penalti ante la Universidad de Chile abrió la lata y contribuyó a la exitosa clasificación. Los aficionados del Málaga tienen para entretenerse con los retos que afronta su posible próximo ariete: realizar un buen Clausura y ver cómo rinde ante los mejores cuadros del continente en la Libertadores, empezando la madrugada del próximo miércoles recibiendo al Palmeiras. Seis meses para reafirmar sensaciones ante lo que puede ser el renacer del gol charrúa con la elástica blanquiazul.

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