Memo Ochoa cerró su fichaje por el Málaga el 31 de julio de 2014. Llegó avalado por un excelso Mundial y como importante fichaje mediático para liderar la portería. Por entonces, el club había puesto la cruz a Kameni por su inasumible contrato. Pero Javi Gracia medió, el camerunés aceptó rebajar su ficha a la mitad a cambio de dos años más de contrato y se convirtió en el portero titular del Málaga.
Ochoa quedó relegado a la suplencia y con la Copa del Rey como consuelo. La pasada temporada el Málaga alcanzó los cuartos y el azteca disputó seis partidos en el torneo del KO. Esta temporada el Mirandés hurgó en la herida blanquiazul a finales de año y le apeó en dieciseisavos. Hasta el partido del sábado en Riazor, en el que ingresó en el campo en el minuto 37 por la lesión de menisco de Kameni, Ochoa sólo había jugado ocho partidos oficiales como malaguista.
Ahora, 19 meses después de su fichaje por el club blanquiazul, tendrá la oportunidad de demostrar su valía y de intentar desbancar a Kameni desde el terreno de juego. El camerunés estará cerca de dos meses de baja y el mexicano gozará de un mínimo de seis partidos de Liga consecutivas para dejar ver sus cualidades bajo los palos de La Rosaleda. Aunque le llega más de año y medio después de lo esperado, Memo Ochoa está por fin ante su gran oportunidad de hacerse un hueco de pleno derecho en la Liga española.