José González y el gol de Hidalgo al Cádiz, nueve años después
José González ha vuelto a la élite gracias al Granada. González, no confundir con el agente que se asoció con Badiola para denunciar al Málaga por supuestas irregularidades en el año del ascenso a Primera, suplió a Sandoval a finales de febrero y en seis partidos ha sacado a los nazaríes del farolillo rojo y del descenso sumando nueve puntos de 18.
El técnico gaditano llevaba algunos años alejado de los banquillos en España (su último trabajo fue como ayudante de Gregorio Manzano en China). No en vano, la última vez que se enfrentó al Málaga fue hace casi una década, en junio de 2007. Y no fue un partido cualquiera, José González entrenaba al Cádiz que se enfrentó a los blanquiazules en la penúltima jornada del campeonato de Segunda División. Fue un partido con tintes más que dramáticos puesto que el equipo entonces entrenado por Muñiz se jugaba el descenso a Segunda B y un futuro oscurísimo.
Pero hubo final feliz, el Málaga salvó un punto en el tramo final del partido merced a una jugada del Chengue Morales que culminó el último héroe moderno del club, Antonio Hidalgo, llevando el delirio a La Rosaleda. Ese empate a uno supo a gloria y dio al equipo blanquiazul otro billete para seguir sufriendo, al menos, otro año en Segunda. Se acabó festejando entonces aquello, cómo cambian las cosas con el tiempo, con la retirada a hombros del carismático Gato Romero, ahora segundo de Gracia, y también hubo enfrentamientos entre el presidente Fernando Sanz y algún aficionado. José González era el entrenador rival en aquel partido ya histórico.
Después, José González dirigió al Córdoba y al Murcia, además de su labor en el Beijing Guoan, pero ha vuelto a escena a lo grande y mañana volverá a reeditar duelos pasados con el Málaga, club en el que además apuró sus últimos años de fútbol en España. Porque José González fue jugador blanquiazul en la temporada 95/96, estando el equipo en Segunda División B. No será un partido cualquiera para el entrenador gaditano del Granada, para ‘Pepito Piscinas’, como cariñosamente le conoce su amigo Manolo Canillas.