La defensa deja dudas

El Espanyol-Málaga, más allá del buen sabor de boca que deja el punto sumado in extremis por los hombres de Juande Ramos, permite numerosos y variopintos análisis futbolísticos. Quizá la conclusión más evidente que arroja este Málaga aún en construcción y después de sólo dos partidos de Liga, es que la defensa, a día de hoy, ofrece dudas. Muchas dudas. Han sido especialmente frágiles los malaguistas en la jugada que ha dado origen al primer gol perico, obra de Gerard Moreno. Tampoco ha estado nada bien defendida la jugada a balón parado que supuso el 2-0.

"Los goles encajados han sido uno de estrategia, que ha sido un error, y en la primera parte, en un saque de banda a nuestro favor, hemos perdido el balón, hemos dado una facilidad tremenda y en Primera no se pueden dar tantas facilidades", reconoció Juande Ramos en la rueda de prensa posterior al partido.
Sin embargo, el mal funcionamiento defensivo no se resume sólo en las jugadas de los dos goles del Espanyol. La falta de contundencia y mala sincronización de la parte de atrás, fundamentalmente de los centrales, ha sido la tónica general durante buena parte del encuentro. En cuanto a los laterales, Rosales sólo se ha dejado ver en ataque en la recta final del choque. Y Ricca, que vio una amarilla nada más comenzar y fue sustituido en el descanso, pasó casi desapercibido en la primera parte. Weligton, indiscutible durante las últimas nueve temporadas, se quedó fuera de la convocatoria para el partido debido a unos problemas que arrastra en su rodilla derecha.
En el área perica el Málaga sí fue capaz de rentabilizar los errores defensivos de los de Quique Flores. Primero Llorente, que aprovechó para marcar casi sin querer tras un mal despeje de Roberto. Y luego Charles, en una jugada en la que el Málaga llevó el balón al área después de varios cabezazos y que se tragó por completa la zaga espanyolista. Charles no perdió la fe y definió a la perfección ante el portero local.
Los de Martiricos acabaron el partido con toda la artillería sobre el césped. Juande penalizó a Ricca en el descanso por su temprana amarilla y en la recta final del choque dio entrada a Charles y En-Nesyri. El Málaga acabó el partido con tres delanteros: Sandro, Charles y En-Nesyri. No fue brillante el arreón final costasoleño, pero sí dio para encerrar a un Espanyol muy castigado físicamente. 
El 2-2 final dejó sensaciones totalmente inversas a las que se llevó el equipo en el debut liguero ante Osasuna. Hace siete días los rojillos se llevaron un punto de La Rosaleda cuando tenían el partido perdido. Esta vez fue el Málaga quien se levantó de la lona cuando parecía sentenciado e igualó un 2-0 en una noche gris que, al menos, dejó un punto como recompensa.