El Málaga ha puesto en marcha a través de las redes sociales una campaña de reconocimiento a quienes defendieron el escudo blanquiazul sobre el césped y a día de hoy lo hacen en cualquier otro departamento de la entidad. Bajo el lema "Somos una Familia Malaguista", el club pretende honrar así la aportación de quienes contribuyeron a engrandecer el Málaga tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Antonio Benítez y Ben Barek, actualmente consejeros consultivos del Málaga, han sido los primeros protagonistas de este serial del que también formarán parte en los próximos días otros nombres ilustres como Basti, Arnau, Ruano o Pellicer, entre otros.
Benítez resumió así ante las cámaras del club su dedicación al Málaga durante todos estos años: "Nací en Alicante pero me crié en Málaga y soy malagueño por los cuatro costados. Tenía 16 años cuando entré en el juvenil y luego estuve 12 años en el primer equipo. Después me hice entrenador del Malagueño. En total, entre CD Málaga y Málaga CF, han sido diez años de entrenador. Me he dedicado después a ser ojeador, estuve de secretario técnico y director deportivo, también estuve cuatro años en la cantera y ahora estoy de consejero del club".
En su salto al banquillo del primer equipo contribuyó de forma decisiva su buen amigo Ben Barek. "Fue el primero que recomendó que yo fuese entrenador del Málaga. Entonces yo no tenía carnet de entrenador, tenía el de Tercera y estaba entrenando al Malagueño. Cuando él vino a entrenar al Málaga estuvimos muy unidos los dos aquel año. Él se fue a otro equipo y le dijo al vicepresidente en aquella época, Antonio Pérez-Gascón (también fue presidente), que el entrenador del Málaga tenía que ser yo", explicó Benítez.
Precisamente Ben Barek protagoniza el segundo episodio de este serial malaguista. El marroquí fue jugador del Málaga "desde la temporada 58 hasta el 70. Luego empecé a entrenar en las categorías inferiores. Después de entrenar a un montón de equipos pasé del Granada al Málaga. Tras esto estuve en Marruecos, cuando volví estuve trabajando en coordinar lo que es el fútbol en las escuelas que se crearon. Hasta que Fernando Hierro me llamó para que me incorporase al fútbol base del Málaga. Últimamente soy consejero del club", rememora.
Entre una de sus múltiples aportaciones al Málaga en todo este tiempo, Ben Barek puede presumir de ser quien abrió el camino del éxito en La Rosaleda a Basti, delantero paleño que ha marcado época en el club y que a día de hoy es la cara visible de la Fundación Málaga CF. "Estábamos en Segunda y le hice debutar con el primer equipo. Luego continuó jugando con Antonio (Benítez) para explotar un poco más. Abrirle las puertas del primer equipo en aquel momento fue un premio a su trabajo", recuerda Ben Barek.