Jony, otro con ADN de La Masía

En cierto modo, Jony Rodríguez regresa a casa. A una de ellas al menos. Porque él también formó parte de La Masía. Como tantos otros, fue fichado por ser una de las grandes promesas del fútbol español. Pero después de dos años en la cantera del Barcelona (de 2008 a 2010, como juvenil) le tocó marcharse y empezar casi desde abajo.

"Cuajé dos buenos años en el Barça", ha recordado en alguna que otra entrevista, enfatizando que tuvo que dejar todo para integrarse en La Masía, pero al igual que él, había muchos futbolistas de nivel en esa cantera que le cerraban unas puertas que ya de por sí son difíciles de abrir. En su etapa en la Ciudad Condal conoció a amigos que aún mantiene como Sergi Roberto (en la foto y que podría ser su defensor en la banda este sábado), Sergi Gómez, Muniesa, Planas o Bartra.
Fue duro aquello para Jony, que vivió una travesía que le hizo madurar. Del filial del Oviedo (llegó a debutar con el primer equipo) al Marino de Luanco, de allí al filial del Getafe y luego al del Sporting (previo paso por el Avilés). En Gijón se asentó y se acabó la gira por las canteras. Ayudó al ascenso y la permanencia en Primera de los hombres del 'Pitu' Abelardo. Y se hizo un ídolo rojiblanco. 
Al fin demotraba que era jugador de élite. Pronto posaron sus ojos sobre él muchos conjuntos de la máxima categoría, pero ahí anduvo rápido el Málaga. Un casi recién llegado como Francesc Arnau (al mundo de los directores deportivos, queremos decir) se adelantó a todos los clubes, incluido al Sevilla del reputado Monchi.  Ahora le queda a Jony demostrar que su carrera va a más y que la apuesta fue jugar sobre seguro. A veces para llegar a un punto hay que abandonar la línea recta.