Un mediodía de paraguas

12.679 valientes presenciaron en La Rosaleda este sábado la victoria del Málaga ante el Deportivo, quinto triunfo consecutivo de los blanquiazules ante su público. Un partido que estuvo marcado por la lluvia, que no cesó ni antes, ni durante gran parte de los 90 minutos (sí lo hizo al descanso, curiosamente). Las condiciones meteorológicas condicionaron la asistencia al templo malaguista, aunque tampoco ayudó el inédito horario del encuentro (13:00 horas). Fue un mediodía de paraguas en Martiricos.

Una de las gratas noticias del mediodía fue el estado del césped, que aguantó de manera impecable la continua e intensa lluvia que cayó en Málaga durante la madrugada y toda la mañana. El verde drenó muy bien y el partido se jugó sin ningún tipo de problema salvo que, lógicamente, estaba más rápido de lo normal.

Las gradas estuvieron más frías de lo habitual, aunque los 12.679 fieles disfrutaron del triunfo, de la remontada, y del espectacular golazo de Sandro, que hizo rugir a La Rosaleda. Hubo menos cantidad de gente, pero mucha calidad y los cánticos fueron a más conforme la lluvia fue cesando y con la espectacular traca final. Los que pudieron se refugiaron en las zonas cubiertas para no empaparse bajo la lluvia, pero hubo algunos valientes, entre ellos unos 300 miembros de la Grada de Animación, que se calaron hasta los huesos para animar y llevar en volandas al equipo, que volvió a remontar, por dos veces, tras comenzar perdiendo.