Ocho goles en cuatro días

El Málaga va de mal en peor. Cada partido que pasa le suceden más y más cosas. Sobre todo, la de goles que encaja. Porque en el plazo de cuatro días ha tenido que recoger ocho veces la pelota de la portería, ante el Sevilla el sábado por la noche y este aciago martes contra el Córdoba en la Copa del Rey. Aunque Juande ha insitido en no vincular ambas derrotas.

Desde luego los números dan miedo. Pero también las sensaciones, se viene de recibir cuatro tantos del Sevilla en diez minutos y pudieron ser más. Y contra el Córdoba más de lo mismo, otro saco con cuatro goles en su contra y hasta pudieron ser algunos más.
Los problemas defensivos del Málaga son más que evidentes. Pero ya no sólo por la cantidad de goles que es capaz de recibir, también es porque da la sensación de ser un equipo blando, sin trabajar, que no sabe lo que hace. No tira un fuera de juego en condiciones, defiende mal a balón parado y, hasta cuando se blinda con cinco defensas y dos pivotes, es vulnerable.