La repentina dimisión de Juande Ramos como entrenador del Málaga pilló por sorpresa a todos en la entidad blanquiazul. Si Arnau y la dirección deportiva ya tenían trabajo por la proximidad del mercado invernal, la prioridad ha pasado a ser encontrar un sustituto para el técnico manchego, que no volverá a sentarse en el banquillo.
Las sonrojantes derrotas ante el Sevilla en el Pizjuán y ante el Córdoba en La Rosaleda, esta última con eliminación de la Copa del Rey incluida, despertaron las críticas de buena parte de la afición en el choque ante el conjunto blanquiverde. Se escucharon gritos de "Juande, vete ya", el manchego quedó señalado pese a que el equipo marcha undécimo con 21 puntos en la clasificación en Liga, y Juande decidió dimitir.
La noticia saltó durante la tarde del jueves tras un mensaje del jeque Al-Thani en Twitter. Una tarde de locos en la que el equipo se quedó huérfano de entrenador a escasos cinco días para la vuelta a los entrenamientos. Ese corto periodo de tiempo es el que tienen Arnau y sus ayudantes para buscar un técnico si quieren que dirija la primera sesión tras las vacaciones de las que están disfrutando los jugadores estos días.