El Málaga acumula dos meses sin lograr un triunfo. El equipo blanquiazul no gana desde el 26 de noviembre, cuando se impuso por 4-3 al Deportivo con un golazo de Ontiveros en el descuento. Desde entonces, diez partidos sin ganar (ocho de Liga y dos de Copa), un balance de tres puntos sobre 24 posibles y una mejoría en los últimos encuentros ante Real Madrid, Osasuna y Espanyol que ha resultado del todo insuficiente.
Sin Sandro, el Málaga ha visto reducida sustancialmente su pegada y capacidad goleadora (dos goles en los últimos cuatro partidos sin el canario). El descenso sigue a nueve puntos, pero las dudas aumentan con el paso de las jornadas. Urge una reacción y de forma inmediata. Y es que echando un vistazo al calendario, el Málaga afrontará durante los próximos dos meses el tramo más favorable de partidos de aquí a final de temporada.
Amén del ya disputado ante el Espanyol, el equipo blanquiazul jugará entre febrero y marzo siete partidos que serán decisivos para marcar hacia dónde dirigirá el Málaga su temporada. A excepción de las salidas a Villarreal y Bilbao (jornadas 22 y 26), el Málaga deberá hacer frente a cinco equipos de la Liga de los modestos. Las Palmas (en casa), Éibar (fuera), Betis (casa), Alavés (casa) y Leganés (fuera) servirán de preludio a la visita del Atlético de Madrid a La Rosaleda (jornada 29) y a un tramo final de campeonato durísimo en cuanto al calendario.
En las diez últimas diez jornadas de Liga, el Málaga tendrá que medirse, además del Atlético de Madrid, a Barcelona (casa), Valencia (casa), Sevilla (casa), Celta (casa), Real Sociedad (fuera) y Real Madrid (casa). Lejos de Martiricos aguardarán también en ese último tramo de temporada equipos que pueden estar jugándose la vida como Sporting de Gijón, Deportivo y Granada.