En su entrevista en la Cadena Cope, el central del Málaga Martín Demichelis se refirió a la filosofía de Manuel Pellegrini como guía para salir de la parte de abajo. Tomó el ejemplo de cómo llegó a Málaga en 2011, con el equipo en la zona de descenso, y cómo se levantó para acabar en mitad de tabla y poner las bases de lo que sería el equipo de Champions.
"Me encontré con un grupo que entrena bien, tiene una idea e identidad", reflexiona Demichelis sobre el vestuario que se ha encontrado. "En el Bernabéu jugamos bárbaro, en Pamplona, en un campo que aprieta mucho y con un rival que se jugaba la vida, jugamos muy bien, defendimos, no les permitimos situaciones de gol y el equipo reaccionó jugando de la misma manera. El fútbol tiene estas cosas injustas. El Espanyol pateó una vez en 90 minutos y ganó. La gente reconoció el esfuerzo. Prefiero perder de esta manera, sin que el rival te genere desorientación. Fuimos protagonistas teniendo posición y posesión. Si hay que perder, es la manera de perder. Y estamos en buen camino...".
"Mi experiencia me lleva a la época de Pellegrini", insiste Demichelis: "Perdimos en marzo contra Osasuna tras perder pot 7-0 en el Bernabéu. En marzo teníamos 23 puntos y éramos últimos. La siguiente charla de Manuel fue 'No hay que cambiar, no hay que cambiar'. Él machacaba con que se perdía por centímetros, por milésimas de segundo y que siguiendo igual iríamos hacia arriba. La manera de jugar no hay que cambiarla. Si vamos a Villarreal a defender los 11 en 25 metros y tener una contra en 90 minutos, mal. Es el camino, ya van a llegar los resultados, lo percibo en el entrenamiento, en los vestuarios y en los partidos. Aquella vez fuimos y ganamos en San Sebastián. Y ganamos 9 partidos, empatados con el Athletic y perdimos con el Barça. Y no cambiamos nada. Creo que representamos lo que quiere el Gato".
El discurso de Pellegrini suena a entrenador. "Pienso como jugador, pero tengo decidido desde hace años que quiero ser entrenador", confirma el central argentino: "No me veo como dirigente o representante, soy muy vergonzoso para esas relaciones. Sí me veo entrenador. Me gusta el manejo de grupos, estrategia y demás. Ojalá sea jugador durante el mayor tiempo posible. Es un sueño que intentaré. Con el Gato hay respeto, pero tengo una edad con la que sería de estúpido no hablar con él y los compañeros. Hay buenos jugadores que no dejan de ser jóvenes y tienen que aprender de los mayores, no de forma militar sino desde el buen ambiente. Luis Hernández tiene una edad en la que justo empiezan sus mejores años. Él me decía que sólo tenía 27 pero yo le decía que era una edad perfecta para la posición. Te tienes que equivocar y acertar, pero ahora va a vivir una regularidad en los próximos años".