Arnau: "A Míchel y a mí no nos da miedo que se puedan ir jugadores"

La llegada de Míchel al banquillo del Málaga impulsó de forma notable al equipo. La victoria en El Molinón liberó a la plantilla y de la mano del técnico madrileño el equipo ha firmado un final de temporada brillante. Francesc Arnau ha valorado muy positivamente el trabajo de su entrenador y ha destacado la buena sintonía reinante entre ambos. La afición ha recuperado la ilusión en torno al proyecto blanquiazul para la próxima temporada.

"El nivel nos lo hemos puesto muy alto en este final de temporada. Ahora empieza una temporada nueva, muchos jugadores de la plantilla siguen, sobre todo los más jóvenes. Queremos mantener a todos los jugadores que tenemos y si no, tenemos que buscar alternativas y encajarlas. Y que a nivel deportivo nos den el mismo rendimiento. Tenemos un entrenador con el que tenemos ideas muy comunes. Debatimos, trabajamos… A los dos no nos da miedo que se puedan ir jugadores, confiamos en nuestro criterio para poder sustituirlos y poder formarlos”.
El diálogo entre Míchel y Arnau es muy fluido. El contacto es diario y ambos llevan semanas trabajando arduamente para dar forma a la plantilla 2017-18: "La relación con Míchel es muy sencilla. Consensuamos todo. El entrenador se tiene que sentir a gusto. Míchel cuando vino se trajo a Juan Carlos Mandiá y José Vallejo y asumió a la gente que estaba. Estaban Pellicer como asistente, Weligton, Enrique Ruiz como preparador físico del club con Manu Gestoso, Paco Ruiz como entrenador de porteros y Luis Martínez como analista técnico. Se han ganado al entrenador, lo han hecho bien y en principio Míchel cuenta con todos para el año que viene. Es un cuerpo técnico potente. Míchel les hace aportar a todos y así somos más fuertes como grupo. Míchel es un buen gestor de grupos".
En su balance de la temporada, el director deportivo volvió a elogiar al hombre que debe relanzar al Málaga la próxima temporada. Hay muchas esperanzas puestas en el trabajo de Míchel: "Apostamos por él no sólo para el final de la temporada, el técnico iba a ser el que eligiese a los jugadores para la temporada siguiente. A partir de aquí se notó el trabajo de Míchel, empezó a dar con la tecla en motivación, orden, disciplina y el equipo ganó en El Molinón, se puso a ocho puntos, cogió tranquilidad y a partir de entonces demostró el verdadero potencial que tiene. Nos han dejado con la miel en los labios de ver si esta situación hubiese llegado en el mes de octubre o noviembre saber qué hubiera ocurrido en toda la temporada. En este último tramo la gente ha disfrutado con el equipo y sabíamos que podíamos ganar a cualquiera. En la parte de peor calendario es cuando más puntos hemos sumado".