El Málaga quiere que su filial juegue en Segunda B, y por la vía deportiva no ha sido posible. El Malagueño quedó dramáticamente eliminado por el Adarve en el minuto 93 cuando casi se celebraba el ascenso, por lo que el club está intentando ascender en los despachos. La entidad ya ha solicitado formalmente hacerse con la plaza del Mallorca B, que baja a Tercera porque el primer equipo ha descendido a Segunda B, y en estos momentos se estudia pedir también las del Boiro y del Gavà, abocados al descenso por impagos, aunque el club catalán ha pedido una prórroga de cuatro días para pagar lo que adeuda. También está en esa situación el Palencia, pero al descender deportivamente no soltaría plaza de Segunda B sino la de Tercera.
La ambigüedad del reglamento de la RFEF hace que muchos equipos compitan por el ascenso administrativo. El punto 2 del artículo 197 simplemente señala que "la RFEF determinará la vacante o vacantes en las respectivas división o divisiones en que se produzcan con sujeción a los principios generales contenidos en el ordenamiento deportivo, que no son otros sino el mejor derecho del equipo de la categoría inferior que con mayor puntuación no hubiere obtenido el ascenso y, en su caso, el de territorialidad".
Si la Federación se basa en el criterio de la territorialidad, la plaza del filial del Mallorca será para el Poblense o el Peña Deportiva, al que eliminó el Malagueño en la segunda ronda del play off de ascenso. Sin embargo, si se aplica el criterio de mayor puntuación en Tercera, entran más equipos en juego, como el Linares, que alega que es el que más puntos tenía de los que descendieron de Segunda B; el Mensajero, que también descendió a Tercera y aporta el mismo argumento; y el Calahorra, que consiguió 95 puntos en la liga regular de Tercera y 6 en el play off, es decir, 101 en total por los 100 del Malagueño (90+10 del play off).
Pero no está todo perdido, pues este viernes la AFE ha comunicado que, a falta de confirmación oficial por parte de la RFEF, hay dos equipos de Segunda B que están abocados al descenso por impagos a la plantilla: el Boiro, del grupo I, y el Gavá, del grupo III. El Málaga estudia pedir formalmente también sus plazas a la Federación, aunque en estos dos casos el club tendría que hacer frente a la deuda media de los equipos dejen su plaza, mientras que la del Mallorca B no tendría ese coste. El club gallego debe 94.000 euros a la plantilla y el Gavà adeuda unos 50.000 euros, aunque la entidad catalana ha pedido cuatro días más a la AFE y la RFEF para pagar ese montante.
Sin embargo, para esas dos plazas tendrían preferencia los equipos de esos territorios, por lo que no es nada fácil que el Malagueño salga el Segunda B la próxima temporada. El club también estaba atento a la situación del Recreativo de Huelva, que también tenía deudas, pues hubiera sido mucho más sencillo aspirar a la plaza de un equipo del grupo IV, pero el Decano finalmente hizo frente a lo que debía al plantel y seguirá en la categoría de bronce del fútbol español.