De todos es sabido que a Recio le pierde su carácter. Es un jugador caliente y que no puede esconderse cuando hay algún conflicto en el campo. Pero ahora es el capitán del Málaga y sabe que tiene que ir moldeando su imagen y su comportamiento. Este giro ya empezó a notarse el curso pasado, pero aún quedan rescoldos de su fuego.
En su intervención por motivo de la ofrenda floral a la Divina Pastora, le preguntaron si había hablado con Míchel acerca de eso. Esto dijo: "Tengo una relación buena con Míchel, tenemos confianza para decirnos las cosas a la cara. Él me las dice. Son cosas que me pasan dentro del partido, luego las veo repetidas y me da vergüenza. Pero en caliente y con tantas pulsaciones, soy un jugador de carácter y es algo que mejoré muchísimo el año pasado y que voy a intentar seguir mejorando. Creo que lo voy a conseguir. Las cosas que pasan siempre las hablo con Míchel".
Su objetivo es claro, que no le amonesten por cuestiones que no tengan que ver con lances del partido: "Hace dos años me perdí el primer partido de Liga. Venía acarreando una sanción del año anterior. Voy a poder empezar la temporada, que es importante y luego que sean tarjetas por lances de juego, por faltas, pero que no sean por protestas o peleas con contrarios".