Bakary Koné está en Francia con permiso del club para poder negociar su salida al Estrasburgo. En principio, la fórmula prevista es la de cesión, aunque habrá que esperar a los últimos pasos de una operación que liberaría al Málaga de su último descarte con vistas a la temporada 2017-18 que recientemente ha comenzado.
El internacional por Burkina Faso, que llegó hace una temporada procedente del Olympique de Lyon por unos 800.000 euros, dio un rendimiento deficiente y terminó marcado por las lesiones. Míchel no contó en ningún momento con él en la pretemporada, en la que estuvo prácticamente todo el tiempo ejercitándose aparte del grupo. Por supuesto, no fue a Holanda.
Koné seguirá así los pasos de Adnane Tighadouini, que se fue hace un día al Twente de la Eredivisie. Los dos últimos 'rebeldes', en cuanto se resuelva el caso del burkinés, habrán encontrado destino, lo que alivia la sobrecarga de una plantilla que ahora sí está prácticamente como quiere el entrenador.