Martiricos ya tiene Guardián

En la imagen que ilustra esta noticia se ve a los padres de José Antonio Gallardo, su hermana, su cuñado y sus dos sobrinos. Ambos fueron porteros de la cantera del Málaga, y crecieron escuchando historias sobre su tío. Hoy, por fin, entre lágrimas y sonrisas, ven cumplido un sueño. El portero ya es eterno en las paredes de La Rosaleda y en la memoria de la afición. 30 años después se repara una injusticia histórica, un vacío a un joven de La Carihuela que se dejó la vida en el césped. El Guardián de Martiricos nos cuida ya desde la puerta 13 del estadio.

Su padre y su hermana, acompañados por Hamyan Al-Thani (CEO de La Academia y presidenta del equipo femenino), descubrieron la placa que ya luce en la puerta. Antes, Basti, miembro de la Fundación del Málaga, pronunció un bonito discurso en el que admitía la deuda pendiente con Gallardo y su memoria: "No se estuvo a la altura, por eso pedimos perdón a su familia".
Pero en el día de hoy sí se estuvo a la altura y los familiares del que fuera portero del CD Málaga lo agradecieron sensiblemente emocionados. José, padre de Gallardo, tomó la palabra: "Lo dio todo por el Málaga. Agradecezco en el alma que este homenaje se haya hecho realidad".
Ya en el interior del estadio, justo al entrar a la derecha, brilla un mural con su imagen y su biografía, con la leyenda: "El Guardián de Martiricos". Así, tres décadas después, el Málaga reescribe su historia saldando esta deuda.