Es Noticia
Atlético de Madrid
1-0
Málaga CF
Consuelo de pobres
F. G.
Está la cosa tan mal en el Málaga que muchos se consuelan con cualquier gesto. Sí, el equipo compitió algo mejor que en otras ocasiones y, como era ante un teórico grande en la fiesta de inauguración del Wanda Metropolitano, pues parece que aquí no pasa nada. Pues no. El Málaga no puede conformarse con empezar una Liga con cuatro derrotas consecutivas y un miserable gol a favor. La condescendencia en este tipo de situaciones no ayuda. Que hasta un resfriado puede terminar en tragedia...
Si el escenario fuese otro, todavía te puedes agarrar al 1-0 sin ser aplastado y con una opción real de empate (la tuvo Rolan en el 89'). Pero es que no lo es. Y eso hay que entenderlo. El presidente y el director deportivo ya han hecho lo suyo para bien o para mal. Ccada uno que juzgue lo que crea conveniente. Ahora es el turno del entrenador y de los futbolistas. Su saldo, a día de hoy, es peor que negativo. Y lo más dañino es cómo va haciendo mella en la gente. La paciencia de la afición no es infinita.
Después de festejos y más festejos, el fútbol. Y el Málaga apareció con sus propios estrenos. Por un lado, la segunda equipación, con esa camiseta del león capricho del presidente. Por otro, además, el debut de otro capricho de Al-Thani, Esteban Rolón. Míchel dio descanso a Kuzmanovic e introdujo al '5'. Fue la gran novedad del once junto al Chory Castro, que se estrenó en un equipo que finalmente partió con cuatro defensas.
El partido, sin embargo, era todo lo contrario a una fiesta. El Atlético le dio solemnidad made in Simeone. Serio, mandando, pero sin estridencias. Tenía el balón, aunque no conseguía intimidar del todo al Málaga, que estaba bien plantado y esperando la suya pero sin prisas. Era como si el técnico malaguista quisiese imitar ese rol sin complejos que tantos éxitos ha dado a los colchoneros en los últimos años.
Tuvo alguna contra el Málaga. O conato de contra, mejor dicho. Una por el flanco de Mula y otra por el del Chory. Ninguno de los dos supo leer ni ejecutar. Luego sí estuvo el Chory fino en la ocasión más clara del partido. Condujeron una acción en la que Borja Bastón -después de irse de Gabi con una facilidad pasmosa en un cambio de ritmo efectivo- se topó con Oblak. El meta colchonero se impuso en el mano a mano y además paró sin dificultad un disparo de Recio tras el rechace.
El Málaga salió airoso de la primera mitad. Roberto apenas tuvo que usar las manos. Y cada segundo que pasase en la segunda parte con el 0-0, era un pequeño mordisco al corazón de la fiesta atlética. Para los blanquiazules, después de la imagen ofrecida en las tres primeras jornadas, estaba siendo una cura. No desde la estética, pero sí en otros aspectos tan importantes en el fútbol profesional y en las emociones de grupo.
La reacción de Simeone llegó en el vestuario. Introdujo a Carrasco y renunció a Thomas, buscando algo de desborde y electricidad. No tardó en generarse su primera ocasión, aunque no excesivamente clara. Sí lo fue otra de Koke que abortó Roberto, ágil y atento. El portero del Málaga volvió a estar bien salvando un chut seco de Saúl de fuera del área.
Una hora aguantó el plan de Míchel. Griezmann marcó el primer gol del partido, histórico para los locales, y una puñalada para el Málaga. Correa se fue como quiso de Ricca y cedió para que el galo, más listo y más rápido que todos los demás, la colocase fácil en la meta de Roberto. Y dio la sensación de que el Málaga no tenía otra idea que apostar por 'cerocerismo' y a ver qué cae.
La reacción de Míchel fue meter primero a Juanpi y después a Keko. Retiró a Chory y Rolón. Su obstinación con Adrián empieza a resultar indefendible. Es un jugador aseado, un cumplidor, pero está muy lejos de poder actuar donde lo está haciendo. No parece su rango. Y al entrenador hay que comenzar a pedirle cosas. En lo táctico y en los resultados.
Para colmo de males, Luis Hernández y Godín tuvieron un encontronazo que terminó con el central del Málaga atendido fuera con una aparatosa herida en su frente. Pero la vida seguía y el Atlético no temía por el resultado. Se sentía superior al rival y eso casi le cuesta el triunfo. Míchel se jugó su última carta con Diego Rolan y lo primero que hizo el uruguayo fue obligar a Oblak a hacer otro paradón. Y hasta ahí el partido, que se salda, con derrota del Málaga. Como todos. Fea costumbre. A ver en Mestalla.
Si el escenario fuese otro, todavía te puedes agarrar al 1-0 sin ser aplastado y con una opción real de empate (la tuvo Rolan en el 89'). Pero es que no lo es. Y eso hay que entenderlo. El presidente y el director deportivo ya han hecho lo suyo para bien o para mal. Ccada uno que juzgue lo que crea conveniente. Ahora es el turno del entrenador y de los futbolistas. Su saldo, a día de hoy, es peor que negativo. Y lo más dañino es cómo va haciendo mella en la gente. La paciencia de la afición no es infinita.
Después de festejos y más festejos, el fútbol. Y el Málaga apareció con sus propios estrenos. Por un lado, la segunda equipación, con esa camiseta del león capricho del presidente. Por otro, además, el debut de otro capricho de Al-Thani, Esteban Rolón. Míchel dio descanso a Kuzmanovic e introdujo al '5'. Fue la gran novedad del once junto al Chory Castro, que se estrenó en un equipo que finalmente partió con cuatro defensas.
El partido, sin embargo, era todo lo contrario a una fiesta. El Atlético le dio solemnidad made in Simeone. Serio, mandando, pero sin estridencias. Tenía el balón, aunque no conseguía intimidar del todo al Málaga, que estaba bien plantado y esperando la suya pero sin prisas. Era como si el técnico malaguista quisiese imitar ese rol sin complejos que tantos éxitos ha dado a los colchoneros en los últimos años.
Tuvo alguna contra el Málaga. O conato de contra, mejor dicho. Una por el flanco de Mula y otra por el del Chory. Ninguno de los dos supo leer ni ejecutar. Luego sí estuvo el Chory fino en la ocasión más clara del partido. Condujeron una acción en la que Borja Bastón -después de irse de Gabi con una facilidad pasmosa en un cambio de ritmo efectivo- se topó con Oblak. El meta colchonero se impuso en el mano a mano y además paró sin dificultad un disparo de Recio tras el rechace.
El Málaga salió airoso de la primera mitad. Roberto apenas tuvo que usar las manos. Y cada segundo que pasase en la segunda parte con el 0-0, era un pequeño mordisco al corazón de la fiesta atlética. Para los blanquiazules, después de la imagen ofrecida en las tres primeras jornadas, estaba siendo una cura. No desde la estética, pero sí en otros aspectos tan importantes en el fútbol profesional y en las emociones de grupo.
La reacción de Simeone llegó en el vestuario. Introdujo a Carrasco y renunció a Thomas, buscando algo de desborde y electricidad. No tardó en generarse su primera ocasión, aunque no excesivamente clara. Sí lo fue otra de Koke que abortó Roberto, ágil y atento. El portero del Málaga volvió a estar bien salvando un chut seco de Saúl de fuera del área.
Una hora aguantó el plan de Míchel. Griezmann marcó el primer gol del partido, histórico para los locales, y una puñalada para el Málaga. Correa se fue como quiso de Ricca y cedió para que el galo, más listo y más rápido que todos los demás, la colocase fácil en la meta de Roberto. Y dio la sensación de que el Málaga no tenía otra idea que apostar por 'cerocerismo' y a ver qué cae.
La reacción de Míchel fue meter primero a Juanpi y después a Keko. Retiró a Chory y Rolón. Su obstinación con Adrián empieza a resultar indefendible. Es un jugador aseado, un cumplidor, pero está muy lejos de poder actuar donde lo está haciendo. No parece su rango. Y al entrenador hay que comenzar a pedirle cosas. En lo táctico y en los resultados.
Para colmo de males, Luis Hernández y Godín tuvieron un encontronazo que terminó con el central del Málaga atendido fuera con una aparatosa herida en su frente. Pero la vida seguía y el Atlético no temía por el resultado. Se sentía superior al rival y eso casi le cuesta el triunfo. Míchel se jugó su última carta con Diego Rolan y lo primero que hizo el uruguayo fue obligar a Oblak a hacer otro paradón. Y hasta ahí el partido, que se salda, con derrota del Málaga. Como todos. Fea costumbre. A ver en Mestalla.
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4 comentarios
Si por favor no vayas no queremos reventaores en la rosaleda.gracias
Que esta plantilla es mala es algo innegable, que el entrenador tiene que poner a los mejores, también. Pues nada, no es tan difícil. Nombres, yo los doy: Adrián, Bastón, Rosales, Diego González, al banquillo
Sinceramente el partido ha dejado detalles del trabajo que hay detrás, eso no se puede negar, pero tenemos un enorme problema en la creación de juego y he ahí nuestro problema, en El Centro del campo tenemos destructores de juego extremos o medias puntas llegadores, no hay nadie que construya juego en el equipo, juanpi es una sombra de lo que parecía que iba a ser, y por mucho que digamos se fue fornals y no han traído a nadie de sus características y en primera división si no tienes un organizador decente estás condenado al sufrimiento y eso es una realidad. Este año tenemos que encomendarnos a todo lo que cada uno crea.......
No pienso volver al la Rosaleda después de 40 años yendo al todos los partidos Hasta que no ses vaya Michel .NoSe esta tomando el pelo.Es una vergüenza.