El próximo rival del Málaga sabe en sus propias carnes lo que está viviendo el conjunto blanquiazul en este arranque de curso. Sí, porque hace justo un año, era el Valencia quien vivía esta situación. Después de las cuatro primeras jornadas de Liga, el equipo che se vio con 0 puntos de 12 posibles y la entidad tomó soluciones drásticas para dar la vuelta a un proyecto que comenzó con mucha ambición.
La diferencia esencial es que el Valencia, después de las cuatro derrotas de inicio, decidió destituir a Pako Ayestarán y sustituirlo en primer lugar por Voro durante tres jornadas hasta que llegó Cesare Prandelli (al que el propio Voro sustituyó también desde la jornada 16). Los valencianos habían comenzado perdiendo con Las Palmas (2-4), Éibar (1-0), Betis (2-3) y Athletic (2-1). Curiosamente, el Valencia y el Málaga terminaron la temporada empatados a puntos (46).
En el Málaga no se ha tomado una decisión de tanto impacto y, de momento, Míchel sigue al mando del equipo. En la era Al-Thani sólo se han despedido a dos entrenadores (Jesualdo Ferreira y Marcelo Gato Romero) a pesar de vivir crisis de juego y resultados. Habitualmente, la manera de proceder del presidente es aguantar al técnico hasta el final o hasta que quiera.