El Málaga volverá a jugar de blanquiazul en el Pizjuán

El regreso del azul como color predominante de la primera equipación va a tener más consecuencias que la masiva aceptación que ha tenido la nueva camiseta entre los seguidores, que no es moco de paco. Y es que el abandono paulatino del blanco propiciará que el Málaga pueda lucir su camiseta en escenarios donde habitualmente, bien por exigencias del guion mercadotécnico o bien por coincidencia de colores, no podía. Un estadio en el que esto ocurrirá será ni más ni menos que el Sánchez Pizjuán, donde el Málaga ha solido disputar últimamente sus partidos con ropa de otras tonalidades.

Amarillo, morado, naranja, negro o rosa han sido algunas de los colores de las camisetas que el Málaga ha lucido en el campo del Sevilla en las últimas temporadas. Era algo habitual verlo con la segunda o la tercera elástica en el Pizjuán, sólo con una salvedad reciente, la campaña 2014-2015, en la que los malaguistas usaron la indumentaria habitual a fin de darle visibilidad al pantalón azul que poco después se volvería a reinstaurar en las equipaciones oficiales.
Esta temporada, el Málaga ya vistió la blanquiazul en su partido en Girona (en el Wanda usó la gris y en Valencia la naranja). Podrá repetir en Sevilla, en uno de los desplazamientos más esperados por los seguidores y en un derbi andaluz, el primero de la temporada, que siempre es especial.