Roberto Jiménez vuelve al Ramón Sánchez Pizjuán, donde la campaña pasada sufrió una noche dura como portero del Espanyol. El meta madrileño, sin duda uno de los mejores fichajes del Málaga este verano, encajó seis tantos en su última visita a Nervión (6-4) en el que además era su debut oficial con los pericos en la primera jornada de la temporada 16-17. No jugaría después muchos encuentros más como espanyolista.
Así que viaja a Sevilla Roberto con ganas de quitarse la espina clavada desde aquel duelo, en el que comenzó con un auténtico recital de paradas pero en el que terminó sucumbiendo ante el caótico partido defensivo de su equipo entonces y la pegada del rival sevillista. Al Málaga no le fue mucho mejor en el mismo escenario la campaña pasada (4-1), por lo que la sed de venganza y las ganas de mejorar sensaciones recientes en el campo del Sevilla son también colectivas. Tienen asuntos pendientes en el Pizjuán.