Un equipo sin mentalidad ganadora

Los números del Málaga son desoladores se miren por dónde se miren. Míchel los calificó de “horrorosos” y no le falta razón al técnico madrileño. Último de la tabla, el más goleado junto al Deportivo, único que ha recibido en todas las jornadas, y uno de los menos realizadores. Hay algún dato para la esperanza en forma de clavo ardiendo, y también algunos que hablan a las claras de la situación de equipo perdedor que se atraviesa. Porque el fútbol, sí, es un estado de ánimo. Y el Málaga, sin apenas estímulos positivos este año, no tiene mentalidad ganadora porque no se ha sentido así en toda LaLiga Santander. De hecho en ningún minuto de los 630 oficiales de competición ha ido por delante en el marcador. Nunca esta temporada.

Es un dato muy a tener en cuenta, puesto que el Málaga nunca ha competido en superioridad, siempre lo ha hecho o con el marcador empatado o por detrás. O con la tensión del equilibrio o con la frustración de la derrota. Pero nunca con la confianza del triunfo, por más que fuera parcial. Eso mina la moral de los jugadores, de los técnicos y, cómo no, de los aficionados, cuya única alegría hasta la fecha ha sido el gol de Rolan en el empate ante el Athletic. Demasiado poco. Es díficil construir desde la derrota casi permanente.
En total, este Málaga ha estado jugando más con el marcador empatado que perdiendo, aunque con ambas porciones muy parejas: 328 minutos con el marcador igualado por 307 con el marcador en contra (la suma no cuadra los 630 minutos por aquello del tiempo añadido). El partido en el que estuvo más tiempo en tablas fue ante el Sevilla (67 minutos), mientras que el que más tiempo estuvo perdiendo fue contra el Valencia (73 minutos).