Camacho, el talismán discreto

Lo hizo de puntillas, sin querer desviar los focos de un partido tan importante y dentro de la discreción que siempre le ha caracterizado, pero Ignacio Camacho estuvo en Málaga estos días aprovechando una lesión de tobillo que le va a tener tres semanas KO. Camacho estuvo muy cerca del equipo y se convirtió en otro de los talismanes en torno al primer triunfo del Málaga esta temporada.

El futbolista maño considera esta su casa y no dejó escapar la oportunidad para visitar a los que hasta hace pocas fechas habían sido sus compañeros y amigos durante muchos años. Estuvo en La Rosaleda el domingo, muy cerca de los jugadores, a los que insufló su apoyo en la previa de la trascendental cita ante el Celta, y también en la sesión de trabajo del lunes, aunque siempre en un discreto segundo plano y sin querer llamar la atención.
Hace no más de dos semanas, el bravo jugador del Wolfsburgo aseguró sentirse preocupado por la situación del equipo debido a su “sentimiento malaguista”, pero a buen seguro que se habrá marchado más tranquilo a Alemania tras apreciar que este Málaga está vivo y con ganas de salir del sótano de la tabla. Tras su visita exprés, Camacho ya está en tierras germanas para seguir con la recuperación de su lesión y volver cuanto antes a los terrenos de juego. Hasta su dolencia era fijo en los esquemas del Wolfsburgo, decimocuarto en la Bundesliga tras seis empates consecutivos.